sábado, 16 de marzo de 2019

Gaia y la futura interacción de Andrómeda con la Vía Láctea

Futuras trayectorias previstas para M31, M33 y la Vía Láctea tras el análisis
de los datos de la misión espacial ESA/Gaia. Crédito: ESA.
A todos nos suena eso de la "Vía Láctea", incluso puede que seas de los afortunados que la han disfrutado con sus propios ojos desde lugares muy oscuros. Probablemente también sepas que esa banda "neblinosa" o "lechosa" que cruza el firmamento está formada por miles de millones de estrellas y que no es otra cosa que la galaxia espiral en la que nos encontramos. Pero lo que tal vez a muchos de nosotros se nos escapa en su lugar real en el Cosmos. El Universo tiene aproximadamente 2 billones de las galaxias (2 millones de millones) y nuestra Galaxia, la Vía Láctea, no se encuentra sóla, sino que forma parte de un grupo de unas 60 galaxias denominado el Grupo Local. De estas ~60 galaxias del Grupo Local, sólo 2 son tan masivas (o más) que la Vía Láctea. Son la galaxia del Triángulo (M33) y la galaxia de Andrómeda (M31, visible a simple vista en los cielos de verano y otoño).

De la misma manera que los planetas giran alrededor del Sol, la gravedad mutua entre estos sistemas hace que "bailen" en el espacio intergaláctico. Sin embargo, lo hacen en un baile mucho más caótico que el movimiento ordenado de planetas, ya que no hay un claro astro masivo dominador entorno al cual orbitar. De hecho, es de sobra conocido que en unos cuantos miles de millones de años Andrómeda y nuestra Galaxia acabarán fusionando para formar una sóla galaxia... sin embargo, nuevos datos de la misión espacial Gaia están modificando las ideas que teníamos.

Gaia es un satélite de la ESA (Agencia Espacial Europea) que está estudiando estrellas, una a una, no sólo de nuestra Galaxia (principal objetivo) sino también de otros sistemas cercanos como M33 o M31. Gaia, además de medir el brillo de cada una de las estrellas, también estudia su movimiento exacto, lo que denominamos "movimiento propio". Con estas mediciones, y con la ayuda de simulaciones numéricas, investigadores del Space Telescope Science Institute en Baltimore han sido capaces de desvelar este complicado baile. Por una lado han visto que M33 orbita entorno a M31, pero que esto no lo ha hecho por mucho tiempo, se encuentra aún en su primer "paseo" a su alrededor. Además, han visto que sí, que M31 acabará chocando contra la Vía Láctea, pero que no lo hará como se pensaba "de cara", sino que será un evento un poco más suave que tendrá lugar dentro de 4500 millones de años, 600 millones de años después de lo que se pensaba. No obstante, podemos estar tranquilos. No sólo porque pocos de nosotros estarán ahí para contarlo ;), sino porque, aunque ambas galaxias colisionen, nosotros prácticamente no notaremos nada, sólo que el cielo nocturno será mucho más brillante y más poblado de estrellas de lo que solía ser habitual. Esto es así porque las distancias entre estrellas son muy grandes en comparación con el tamaño de cada estrella, así pues, choques estelares debido a fusiones de galaxias es un evento muy improbable.

Esta entrada es parte de una colaboración con el diario IDEAL que podéis leer aquí.

Para más información:
http://www.esa.int/Our_Activities/Space_Science/Gaia/Gaia_clocks_new_speeds_for_Milky_Way-Andromeda_collision
http://adsabs.harvard.edu/abs/2019ApJ...872...24V

No hay comentarios:

Publicar un comentario