viernes, 1 de marzo de 2019

El parte meteorológico en Urano y Neptuno

Últimas imágenes obtenidas por el Telescopio Espacial Hubble de Urano (izquierda)
y Neptuno (derecha). Podemos apreciar claramente el brillante casquete norte
en Urano y la tormenta oscura en Neptuno. Crédito: Hubble Space Telescope. 
Urano y Neptuno, localizados en órbita alrededor del Sol a 3000 y 4500 millones de kilómetro de éste, son los planetas más externos a nuestro Sistema Solar. Debido a su lejanía, y consecuente bajo brillo en el cielo, ambos planetas son los únicos planetas del Sistema Solar descubiertos por el ser humano mientras que el resto de planetas (Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter y Saturno) carecen de una "fecha de descubrimiento" al haber sido conocidos desde la antigüedad (son fácilmente observables a simple vista). Ambos son gigantes gaseosos que albergan en sus centros núcleos rocosos de los que sólo podemos obtener información por medio de modelos numéricos. Afortunadamente, su atmósfera sí es algo más fácil de estudiar. Diversos estudios desde Tierra y desde el espacio señalan que sus atmósferas son ricas en hidrógeno, helio y metano, así como poseen amoniaco y agua en forma de hielo. Sin embargo, sólo la sonda Voyager 2 de la NASA los ha estudiado desde la cercanía en 1986 (Urano) y 1989 (Neptuno).

Al igual que la atmósfera de la Tierra, la atmósfera de estos gigantes gaseosos es una "estructura viva", sometida a las leyes de la física y, por lo tanto, propensa a tormentas, vientos y variaciones estacionales. Aunque desde Tierra y con pequeños telescopios podemos distinguir el marcado color azulado de ambos planetas, un estudio pormenorizado de la climatología de estos planetas requiere los mayores telescopios. Así, nuestro presentador/a del tiempo particular en lo que a Urano y Neptuno respecta es el Telescopio Espacial Hubble, que desde 1990 observa anualmente el estado de las atmósferas de ambos planetas. Mientras que en la Tierra las estaciones, y por lo tanto cambios a largo plazo en la meteorología, duran del orden de meses, en los gigantes gaseosos, enormes y alejados del Sol, las "estaciones" duran décadas. En su último parte, Hubble ha descubierto un nuevo vórtice oscuro (tormenta oscura) en la atmósfera de Neptuno, el cuarto desde 1993, mientras que Urano sigue mostrando unas nubes brillantes enormes cubriendo todo su casquete norte. 

Con un diámetro de unos 11000 km, científicos aún se plantean cuál puede ser el origen de estas tormentas oscuras tan comunes en Neptuno. Sin embargo, imágenes como las capturadas recientemente por Hubble permiten pensar que se trata de zonas de material ascendente de las capas más internas que, al llegar a las capas más altas se congelan formando los cristales de metano congelado (nubes blancas al lado de la zona oscura). En el caso de Urano, científicos creen que la presencia del casquete blanco en el hemisferio Norte del planeta se debe a que en Verano, época en la que se encuentra el hemisferio Norte de Urano ahora mismo, la radiación solar incide directamente sobre esta zona provocando vientos que favorecen la formación de este fenómeno.

Esta entrada es parte de una colaboración con el diario IDEAL que podéis leer aquí.

Para más información:

http://hubblesite.org/news_release/news/2019-06

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