sábado, 4 de agosto de 2018

Observan la primera imagen de un planeta en formación

Desde el descubrimiento del primer exoplaneta (un planeta en órbita alrededor de una estrella distinta al Sol), hace 23 años, se han descubierto 3735 exoplanetas, con 2723 más aún por confirmar, en 2787 sistemas planetarios. Esto nos lleva a sistemas planetarios muy variopintos, desde aquellos formados por un sólo gigante gaseoso muy cercano a su estrella (hot Jupiters), a sistemas formados por múltiples planetas de diversas masas, pasando por ejemplos como Trappist-1 con siete planetas similares a nuestra Tierra a su alrededor. Aunque se siguen descubriendo sistemas y seguimos buscándolos, ahora la pregunta va más allá. ¿Cómo se forman estos sistemas planetarios? ¿Son sus características adquiridas o ya determinadas en su proceso de formación? La observación de sistemas planetarios en formación no sólo nos ayudarán a responder estas preguntas sino a comprender la formación de nuestro propio sistema planetario, el Sistema Solar.

Hoy día pensamos que los sistema planetarios, incluido nuestro Sistema Solar, se forman a partir de una nube de gas y polvo fría y densa que colapsa. En este proceso formará una estrella central (con la mayor parte de la masa del sistema) y una serie de cuerpos en órbita a su alrededor a partir de material del conocido como disco protoplanetario. Las características de éstos dependerá de las condiciones físicas del lugar de formación así como del movimiento del gas y polvo en dicha zona. Desde hace años llevamos observando discos protoplanetarios, algunos de ellos con zonas huecas, vacías, sin gas ni polvo, que rápidamente se identificaron con zonas ocupadas por planetas. La ausencia de gas y polvo sería pues consecuencia de que estas partículas han sido "atrapadas" por el planeta. Sin embargo, hasta ahora, nunca antes se había observado directamente un protoplaneta o planeta bebé en un disco protoplanetario.

Crédito: ESO
Un equipo de investigadores liderados por astrofísicos del Instituto Max Planck de Astronomía en Heidelberg han hecho esto posible. El planeta en cuestión es el PDS 70b alrededor de la estrella PDS 70. Para ello, han utilizado imágenes infrarrojas captadas con el instrumento SPHERE en el VLT (Very Large Telescope) de la ESO. ¿Cuántas veces no hemos conducido en dirección Oeste al atardecer y el Sol nos dificultaba enormemente la conducción? Seguro que un montón. ¿Cual era la solución en ausencia de unas buenas gafas de sol? Correcto, tapar al Sol con el parasol que tenemos encima de la luna delantera. Pues algo similar hace este instrumento. Utiliza un coronógrafo para tapar la luz proveniente de la estrella central para así poder observar lo que hay muy próximo a ella sin deslumbrarnos. Así, se ha tomado esta imagen en la que vemos gas y polvo del disco protoplanetario (naranja), con una zona oscura en el centro (coronógrafo tapando la estrella central) y grandes huecos oscuros debido al material que ya no se encuentra ahí porque ha pasado a formar parte del planeta. El planeta, observado en la imagen como una "esfera" brillante a la derecha y abajo de la zona ocupada por la estrella, se encuentra a una distancia de 3000 millones de kilómetros de la estrella central (distancia Urano-Sol) y tiene unos 1000 grados centígrados de temperatura. Éstas y futuras observaciones de planetas bebés nos permitirán comprender cada vez más uno de los fenómenos más complejos que se dan en el Universo, la formación de planetas.

Esta entrada es parte de una colaboración con el diario IDEAL que podéis leer aquí.

Más información:

https://www.eso.org/public/chile/news/eso1821/?lang
https://elpais.com/elpais/2018/07/02/ciencia/1530540347_309757.html?id_externo_rsoc=TW_CC
http://adsabs.harvard.edu/abs/2018arXiv180611568K
https://www.eso.org/sci/facilities/paranal/instruments/sphere.html
http://adsabs.harvard.edu/abs/2018arXiv180611567M
https://exoplanets.nasa.gov/ --> Censo de exoplanetas actual.

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