viernes, 21 de septiembre de 2018

Descubierta una galaxia intacta desde el (casi) comienzo del Universo

El Universo tiene unos 13500 millones de años, y como puedes imaginar, no siempre ha sido igual. Al principio, justo tras el Big Bang, todo era mucho más denso (el Universo mismo era más pequeño), las primeras galaxias formaban estrellas a un ritmo bestial y los cambios se sucedían rápidamente (choques entre galaxias, muerte y nacimiento de estrellas en rápida sucesión, etc). En particular, las galaxias más masivas tienen una evolución que se cree tiene 2 fases. Primero se forma la galaxia en sí de forma rápida durante estas primeras etapas del Universo, y luego poco a poco ésta crece a base de "comerse" (canibalismo galáctico) otras galaxias más pequeñas. Pero claro, ¿cómo sabemos los astrónomos que esto es así? La Vía Láctea, nuestra Galaxia, es una de estas galaxias que podemos considerar moderadamente masivas. Y en ella, al igual que en el resto de galaxias, podemos encontrar agrupaciones de estrellas formadas por cientos de miles de estos astros llamadas cúmulos globulares. Pues bien, el estudio de estos cúmulos globulares nos ha llevado a ver que, en la Vía Láctea (y en la totalidad de galaxias analizadas), hay dos familias de cúmulos. Unos son rojos y ricos en elementos más pesados que el helio (en astronomía llamamos "metal" a todo aquello que es más pesado que el hierro), mientras que otros son azules y tienen menos metales. ¿A qué se debe esto? Los cúmulos rojos se formaron a la vez que la Vía Láctea (primera fase de la evolución comentada, formación), mientras que los cúmulos azules los ha "ganado" la Vía Láctea al comerse otras galaxias menores (segunda fase de la evolución comentada, crecimiento; algunos de estos cúmulos azules son los núcleos de galaxias enanas). Así, si consiguiéramos observar una galaxia con sólo cúmulos globulares rojos, podríamos concluir que es una galaxia reliquia del Universo primitivo, una galaxia que no ha cambiado desde las primeras etapas del Universo, una galaxia que sólo ha pasado por una fase, evitando así la segunda fase que altera notablemente las características de aquellas galaxias primigenias.

Esto es algo que llevan astrónomos buscando durante varios años, con unos métodos o con otros, ya que encontrar galaxias reliquias del Universo primigenio es clave para entender cada vez más cómo se forman y evolucionan las galaxias. Y eso hizo este grupo de investigadores del IAC (ver enlace a la nota de prense del IAC). Consiguieron tiempo con el telescopio espacial Hubble para estudiar NGC1277, un candidato a galaxia reliquia, midieron el color de sus cúmulos globulares (caracterizaron estos cúmulos globulares) y vieron que, efectivamente esta galaxia no tenía cúmulos globulares azules. La ausencia de cúmulos globulares azules en esta galaxia rápidamente se vinculó con la falta de la segunda etapa característica en la evolución de galaxias masivas (crecimiento vía canibalismo galáctico). Lo que llevaba a que, efectivamente, se había descubierto (y confirmado) la primera galaxia reliquia, una galaxia intacta desde casi el comienzo del Universo.

Esta entrada es parte de una colaboración con el diario IDEAL que podéis leer aquí.

Más información:
http://adsabs.harvard.edu/abs/2018Natur.555..483B
https://dusktodawn-astro.blogspot.com/2018/06/ngc1277-una-reliquia-del-comienzo-del.html

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