Según el modelo hoy día aceptado para la formación del Universo, los primeros sistemas que se crearon fueron pequeños halos de materia oscura dispersos en la estructura a gran escala del Universo. En su interior, la materia bariónica (visible) se agruparía dando lugar a las primeras estrellas y galaxias enanas (galaxias muy poco masivas), que a su vez se fusionarían con otras para formar sistemas cada vez más grandes y más masivos. Y así fue como se formaron la mayoría de las galaxias espirales y elípticas que conocemos, como la Vía Láctea.
Trayectoria de Sagitario alrededor de nuestra Galaxia. Crédito David R. Law, UCLA. |
Pero no solo nuestra Galaxia se formó mediante la fusión de pequeñas galaxias, sino que hoy día este bombardeo aún continúa. En 1994 se descubría una aglomeración estelar hacia la constelación de Sagitario que se movía coherentemente hacia el centro de nuestra Galaxia. Se había descubierto la primera galaxia esferoidal enana alrededor de la Vía Láctea, Sagitario. A fecha de hoy se cree que la Vía Láctea tiene más de 30 galaxias enanas a su alrededor.
La galaxia enana de Sagitario, al igual que el resto, pierde material en el proceso de fusión con nuestra Galaxia. Material que acaba disgregado alrededor de nuestra Galaxia formando parte del halo. Así, aunque algunas de las estrellas y cúmulos globulares que forman el halo de nuestra Galaxia se han formado en ella, otras han sido acretadas provenientes de otros sistemas estelares (galaxias satélites enanas). De esta manera, Sagitario no debía ser más que el remanente central de lo que un día fue la galaxia enana de Sagitario y, por lo tanto, debía haber una corriente o puente estelar asociada a ella alrededor de la Vía Láctea.
Algunas de las corrientes estelares detectadas alrededor de la Vía Láctea. Belokurov et al. 2006. |
Fue en 2002 cuando se descubrió esta corriente estelar. Hoy día hemos sido capaces de mapearla casi por completo. Además, con la ayuda de simulaciones numéricas hechas con ordenador hemos sido capaces de conocer el camino que Sagitario siguió desde hace miles de millones de años hasta nuestros días. Pero Sagitario no es la única galaxia que ha sido engullida por nuestra Galaxia, ni la única corriente estelar descubierta. Nuestra galaxia, al igual que muchas otras galaxias masivas en el Universo, está rodeada de múltiples corrientes estelares, el reto está en su detección debido a su debilidad.
El estudio de estas corrientes en nuestra y otras galaxias es clave para entender cómo se distribuye la materia oscura en ellas y para conocer cómo se forman y evolucionan estos sistemas.
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Para más información:
1- "A search for stellar tidal debris of defunct dwarf galaxies around globular clusters in the inner Galactic halo", 2014, Carballo-Bello, J. A. et al. MNRAS, 445, 2971.
2- "Stellar Tidal Streams in Spiral Galaxies of the Local Volume: A Pilot Survey with Modest Aperture Telescopes", 2010, Martínez-Delgado, D. et al, AJ, 140, 4.
3- "A fork in the Sagittarius trailing debris", 2017, Navarrete, C. MNRAS, 467, 1329.
4- "A dwarf satellite galaxy in Sagittarius", 1994, Ibata, R.A. et al. Nature, 6486, 194-196.
5- "The Observed Properties of Dwarf Galaxies in and around the Local Group", 2012, McConnachie, A. W., AJ, 144, 4.
6- "The Field of Streams: Sagittarius and Its Siblings", 2006, Belokurov, V. et al. AJ, 642, 2, 137.
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