martes, 9 de octubre de 2018

Explicación científica al fenómeno observado en el lanzamiento del Falcon 9

Imagen que muestra la trayectoria de ida y vuelta de la primera
etapa del Falcon 9 así como del evento "luminoso" que despertó.
Crédito: SpaceX
El cohete Falcón 9, de la compañía SpaceX de Elon Musk, está compuesto por dos partes fundamentales (etapas). La primera acaba volviendo a Tierra y aterrizando de manera que se pueda reutilizar para más lanzamientos (abaratando así los costes de los lanzamientos espaciales, principal objetivo de la compañía de Elon Musk). La segunda por el contrario, lleva la carga a poner en órbita y es despredida de ésta (el satélite SAOCOM 1A en este caso) una vez llega a la altura, orientación y velocidad calculada para que ésta siga en órbita.

En la tarde-noche estadounidense, justo tras anochecer, del día 7 de octubre, desde la base de la fuerzas aéreas estadounidenses "Vandenberg", en California, se producía, por primera vez, el lanzamiento de uno de estos cohetes con el objetivo de poner en órbita el satélite SAOCOM 1A (satélite de observación terrestre argentino), cuando se produjo lo que podéis ver en el vídeo adjunto (minuto 1:18 aproximadamente).

El Falcon 9 comenzó su ascenso hasta que, llegado un punto, y de manera gradual, comenzó a emitir "gases" o "luces" creando una nebulosidad alrededor suya. Pero, ¿qué pasó realmente alrededor del cohete para mostrar este espectáculo? De la misma manera que los aviones comerciales al sobrevolar nuestras cabezas generan colas tras ellos, el Falcon 9 llevaba asociada a él una propia cola (que podemos ver en el video). Esta cola no es material emitido por el cohete (o avión) ni contaminación, es simplemente un cambio de fase. El gas expulsado por el cohete, y que le permite avanzar, sale a una gran temperatura, encontrándose de golpe con aire a una temperatura muy inferior. Esto da lugar a la formación de gotitas de agua (condensación) así como de cristales de hielo (debido a la baja temperatura a esas alturas de la atmósfera). Pero, si es un fenómeno tan corriente, ¿por qué se formó tal espectáculo al que no estamos acostumbrados? La mayor velocidad del cohete (mayor violencia del fenómeno) y la hora del día hicieron el resto. Mientras que en esos momentos era de noche en Vandenberg, a la altura a la que se encontraba el Falcon 9 seguían llegando rayos de luz provenientes del Sol. Es decir, que lo que tanta atención nos llama no es más que la reflexión y dispersión de rayos solares en cristales de hielo de la atmósfera formados al paso del Falcon 9.

Así pues, lo que muchos consideran una estrategia comercial más de Elon Musk, no es más que otra de las sorpresas que día a día nos tiene preparadas la naturaleza que nos rodea.

Esta entrada es parte de una colaboración con el diario IDEAL que podéis leer aquí.

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